Recibimos en nuestra pequeña sala a Los delfines. Nos alegró compartir parte de la mañana...ellos tantas veces nos recibieron...cuando tuvimos arreglos que nos dejaron sin sala por un tiempo... y todos los días viernes cuando vamos a la sede.Con buena voluntad nos acomodamos para la merienda: en las mesas, en el escritorio y hasta en el piso. Lo importante fue estar juntos.
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