mitologías y cosmogonías,
antes que el tiempo se acuñara en días,
el mar, el siempre mar, ya estaba y era.
¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento
y antiguo ser que roe los pilares
de la tierra y es uno y muchos mares
y abismo y resplandor y azar y viento?
Quien lo mira lo ve por vez primera,
siempre. Con el asombro que las cosas
elementales dejan, las hermosas
tardes, la luna, el fuego de una hoguera.
¿Quién es el mar, quién soy? Lo sabré el día
ulterior que sucede a la agonía.
También se descubre a un lado de la puerta principal una gran plancha de acero donde unas palabras ya comienzan a desaparecer por acción del viento y la lluvia, al igual que en los barcos varados en la playa. Sobre esto Alfredo Lichter hacedor del Ecocentro, comentó: “Hace ya unos años, cuando buscaba una chapa del casco de un barco donde pintar una poesía de Borges, no imaginé que estuviera, en ese momento, ligando definitivamente al Ecocentro con el mundo fantástico de ese gran escritor argentino. Pero no fue casualidad. Adhiero a la poesía profundamente y comparto la idea de que, a través de ella y de sus creadores, todas las dimensiones pueden ser abarcadas en una comprensión integradora de tantos y tantos fenómenos. Para muestra allí está la poesía junto a la puerta del Ecocentro, una mirada esencial del mundo que es uno y muchos: el mar.”
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