Estas son las estrofas de una de las canciones que Silvia le escribió a su nieta Iara, para cantarle cada noche, antes de dormir…
Este era un conejo
Este era un conejo
que no se dormía
de noche esperaba
que llegara el día.
Su abuela coneja
le cantaba así
conejo ya es hora
de ir a dormir.
Si cerrás los ojos
brotará en tu almohada
una zanahoria
muy anaranjada.
Y cuando despiertes
y no esté la luna
verás la sorpresa
que creció en la cuna.
Este era un conejo
Este era un conejo
que no se dormía
de noche esperaba
que llegara el día.
Su abuela coneja
le cantaba así
conejo ya es hora
de ir a dormir.
Si cerrás los ojos
brotará en tu almohada
una zanahoria
muy anaranjada.
Y cuando despiertes
y no esté la luna
verás la sorpresa
que creció en la cuna.
Este era un conejo
que no se dormía
de noche esperaba
que llegara el día.
Pero de repente
se acabó la historia
y el conejo sueña
con la zanahoria.
Sueña como sueñan
los conejos nietos:
con las dos orejas
y el bigote, quietos.
Sueña como sueñan
todos los conejos
con la abuela cerca
y los miedos lejos.
que no se dormía
de noche esperaba
que llegara el día.
Pero de repente
se acabó la historia
y el conejo sueña
con la zanahoria.
Sueña como sueñan
los conejos nietos:
con las dos orejas
y el bigote, quietos.
Sueña como sueñan
todos los conejos
con la abuela cerca
y los miedos lejos.
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